5 eternos trucos de belleza de la abuela
Cuando ya no sabemos a qué acudir con un problema de belleza, de esos que son persistentes y no terminan de irse nunca, ya desesperad@s acudimos a quién ?
A las Abuelas…
Son mujeres que generación tras generación acumulan saberes que se transmiten por siglos y allí están, esperando les preguntemos a ellas o a nuestras mamás qué hacemos.
Desde las ñañas del bebé, las tareas de la casa y sobre todo nuestra belleza.
He aquí algunos trucos de belleza para tener en cuenta y sentirse bellas:
1- Aceite de almendras para el cabello dañado
Desde antiguo las abuelas usaban o agregaban el aceite de almendras como componente de algunas mezclas hechas para el pelo, el cutis, y hasta la alimentación. Debes mezclar aceite de almendra con aceite de oliva. Lo pones en el pelo y masajeas dejándolo una media hora. 15 minutos.
2- Aceites y miel para humectar el pelo
Si tienes un pelo seco y buscas humectarlo, mezcla aceites como el de almendras, coco, sésamo y aguacate y añade una cucharada de miel. Deja actuar por una hora y enjuaga con agua tibia.
3- Para la piel ,mascarilla de cúrcuma
Si quieres aclarar tu piel aplica una mezcla de pasta de cúrcuma, jugo de pepino y jugo de limón en la cara, diariamente. Lo pones a la noche y enjuaga a la mañana siguiente con agua tibia.
4- Para que crezca el cabello, Ajo
Tiene propiedades antiinflamatorias y antibióticas que ayudan a limpiar y sanar los folículos obstruidos del cabello, dejando que el cuero cabelludo respire y crezca el cabello.
Mezcla un diente de ajo con ⅓ de aceite de jojoba (que ayudará a neutralizar el olor). Coloca sobre el cabello con un algodón y deja actuar por 20 minutos.
5- Miel para una piel esplendorosa
Así que si quieres aclarar el tono de tu piel debes aplicar una mascarilla de miel, leche, yoghurt y semillas de sésamo en las mismas proporciones. Otra manera es aplicar una mezcla de miel con jugo de tomate en cuello y rostro, dejar actuar durante 25 minutos y enjuagar con agua tibia.
Los trucos de la abuela son probados, económicos, y sobre todo absolutamente naturales.