CrossFit y entrenamiento funcional | de que estamos hablando?
La mayoría de las personas se ejercita porque quieren perder peso, mantener su peso, tonificar los músculos y/o disminuir el nivel de estrés.
Todas esas son razones válidas para comprometerse con una rutina de fitness, pero también te puedes ejercitar simplemente para mejorar la manera en la que te mueves por el mundo.
Incluso existe un nombre para esto, entrenamiento funcional.
Se puede decir que el CrossFit es entrenamiento funcional, pero no se puede decir que el entrenamiento funcional es CrossFit.
Enfoquemonos en el entrenamiento funcional por un momento.
El entrenamiento funcional ayuda a tu cuerpo a mejorar los niveles de fuerza, estabilidad y movilidad que necesitas para mejorar en tu vida y los deportes.
Ejercicios que utiliza el entrenamiento funcional
Consiste en usar movimientos funcionales básicos como empujar, tirar, agacharse, colgarse, rotar, cargar, correr y caminar todos los días.
El entrenamiento funcional utiliza ejercicios de patrones primarios que mejoran la proficiencia de tus movimientos, así de esta manera puedes lograr tus objetivos de manera segura y con buena salud.
Parece inteligente, ¿no?
Los profesionales del fitness típicamente recomiendan entrenamiento funcional a mujeres embarazadas o personas recuperándose de traumas o enfermedades, como un reemplazo a los entrenamientos tradicionales de fuerza y/o resistencia.
El motivo detrás de esto, es que es mejor no empujar el cuerpo de una persona a realizar un ejercicio que no puede soportar actualmente.
¿Puede una mujer embarazada realizar entrenamiento funcional?
En el caso del embarazo eso podría significar sustituir ejercicios de la parte baja y alta del cuerpo por ejercicios que trabajen los músculos principales.
Y esto tiene sentido, una mujer embarazada tal vez no sea capaz de ejecutar la plancha y otros ejercicios, pero si necesita fortalecer los glúteos y las piernas para ayudarla a caminar y subir escaleras con un bebé a bordo.
Mientras que el entrenamiento funcional para mujeres embarazadas normalmente se desarrolla en el gimnasio, otras personas pueden empezar en centros de terapia física para personas recuperándose de traumas o golpes.
Por ejemplo una persona que haya tenido una operación de rodilla antes de poder correr necesita reeducar sus músculos para realizar actividades menos agotadoras.
Para atletas, el entrenamiento funcional es una manera de mejorar la movilidad de una persona; los movimientos repetitivos como el golpe o swing de un golfista o jugador de tenis, la levantada de un surfista, los movimientos laterales de entusiastas de deportes de invierno.
En muchos aspectos en entrenamientos funcional debería ser pensado en términos de un movimiento continuo.
Como humanos realizamos una amplia gama de movimientos tales como caminar, correr, trotar, saltar, levantar, empujar, tirar, acostarse, doblarse, darse vuelta, pararse, empezar, detenerse, escalar..
Todas esas actividades requieren movimientos suaves y rítmicos en los tres planos cardinales; hacia arriba y hacia abajo, hacia la derecha y hacia la izquierda, hacia adelante y hacia atrás.
Entrenar para mejorar la fuerza funcional implica más que simplemente incrementar la capacidad productiva de un músculo o grupo de músculos.
Más bien implica entrenar para mejorar la relación del trabajo coordinado entre el sistema nervioso y el sistema muscular.
Entrenamiento funcional implica trabajo de rendimiento y trabajo de resistencia de tal manera que las mejoras en la fuerza directamente mejoren el rendimiento de los movimientos, de manera que las actividades diarias de las personas sean más fáciles de realizar.
Dicho de manera simple el objetivo principal del entrenamiento funcional, es el de transferir las mejoras en fuerza logradas por un movimiento, a mejorar el rendimiento de otro movimiento a través de trabajar todo el sistema neuromuscular.
En el entrenamiento funcional es crítico entrenar un movimiento específico, tal como es crítico entrenar los músculos que participan en ese movimiento.
El cerebro que controla el movimiento muscular piensa en términos de movimientos enteros no de músculos individuales.
Los ejercicios que trabajan músculos y articulaciones de manera separadas, y no movimientos, resultan en una mejora funcional menor.
Por ejemplo las sentadillas tendrán un mayor “efecto de transferencia” en mejorar la estabilidad de un individuo al levantarse de un sillón que las extensiones de rodilla.
Los ejercicios realizados en la mayoría de máquinas están en la parte más baja del universo del entrenamiento funcional, ya que aíslan a un músculo en un medioambiente estabilizado y controlado.
Mientras que puede ser verdad qué ejercicios tradicionales basados en máquinas, no son la mejor manera de transferir el rendimiento de la sala de pesas al mundo real, esto no quiere decir que tales ejercicios no deban funcionar formar parte de un programa de entrenamiento.
Por ejemplo, el entrenamiento de máquinas puede jugar un rol decisivo en ayudar a mejorar una parte débil, que una persona pueda tener, para restaurar el balance muscular adecuado.
Además, hacer tales ejercicios, puede permitir a un individuo a participar de manera más sana y efectiva en actividades de entrenamiento funcional, a la vez que reducir el riesgo de lesiones.
Debemos recordar que entrenamiento funcional no es un concepto de todo o nada.
El único ejercicio totalmente funcional, es la actividad para la que uno actualmente se está entrenando.
Los individuos no deberían confiar solamente en un determinado grupo de ejercicios, las personas deberían usar todas las armas en el arsenal de entrenamiento, el entrenamiento funcional debería servir como un suplemento al entrenamiento tradicional y no un reemplazo.
Ejecutado de manera apropiada, el entrenamiento funcional puede proveer una variedad de ejercicios y beneficios adicionales que transfieren mejoras de manera más directa a las actividades de la vida real.
Cuando empezamos entrenamiento funcional, veremos que cada persona puede regular el ritmo de las actividades, para no quedar totalmente cansada o sobreexigirse.
No hay que preocuparse de manera excesiva por la condición física necesaria para empezar entrenamiento funcional, ya que es una actividad perfectamente compatible con personas de 20 años y también perfectamente compatible con personas con sobrepeso de 50 o 60 años.
El entrenamiento funcional permite a cada persona ajustar la cantidad de repeticiones o la cantidad de peso que su cuerpo le permita, jamás trabajando de manera forzada o sobrecargada.
Algo que mejora el entrenamiento funcional, es la postura de las personas, acostumbrandolas a mantener una postura erguida mediante el trabajo de los músculos de la espalda y del pecho; siempre recordándole a la persona que los ejercicios se realizan con la espalda derecha o como dicen algunos de los profesores.. con el “pecho grande”, o sea, sacando pecho.
Es una actividad a la que uno se acostumbra fácilmente.. y pasada la primera semana, la cual puede llegar a provocarnos ciertos dolores musculares, llegaremos a disfrutar y esperar con ansias la próxima clase.
Ya que además de mejorar el funcionamiento, fuerza y balance de todo nuestro cuerpo es excelente para reducir el estrés y mejorar el ánimo.
¿Cual es la diferencia entre CrossFit y entrenamiento funcional?
Podríamos decir a grosso modo que el CrossFit es un entrenamiento funcional pero el entrenamiento funcional no tiene por qué ser CrossFit.
En el CrossFit se trabajan ejercicios gimnásticos, calisténicos o de halterofilia y desarrollamos todas las capacidades físicas básicas, como son la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad, así como de cualidades como la coordinación, equilibrio, elasticidad, etc.
Los entrenamientos funcionales en teoría, deben diseñarse de tal forma que nos ayuden a realizar actividades cotidianas con más soltura. Normalmente en estos, se trabaja más la resistencia mediante tiempos de trabajo semejantes a los de descanso.
Podemos decir que el CrossFit es más intensivo, de hecho el CrossFit nació como un entrenamiento destinado a los marines, bomberos, militares y policías estadounidenses.
Por lo que podríamos decir que puedes comenzar con entrenamiento funcional y si te sientes capaz de subir el ritmo o las exigencias, puedes probar CrossFit.
Aunque hay muchas clases de entrenamiento funcional que son prácticamente CrossFit, simplemente que no lo dicen así, ya que para poder usar la palabra CrossFit en un gimnasio, el propietario debería pagar unos $3000 anuales.