Risa entre amigos libera endorfinas en el cerebro (Estudio)
La risa segrega endorfinas en el cerebro humano. A mayor cantidad de receptores opioides en el cerebro, mas rieron los participantes durante el experimento.
Los resultados recientes obtenidos por los investigadores del centro PET de Turku, la universidad de Oxford y la universidad Aalto han revelado como la risa social lleva a que se liberen endorfinas en el cerebro, posiblemente promoviendo el establecimiento de lazos sociales.
La risa social lleva a sensaciones agradables y una liberación significativamente incrementada de endorfinas y otros peptidos opioides en las áreas del cerebro que controlan la excitación y las emociones. Mientras mas receptores opioides tenían los participantes en su cerebro, mas rieron durante el experimento.
– Nuestros resultados destacan que la liberación de endorfinas inducidas por risa social es probablemente un importante camino que apoya la formación, refuerzo, y mantenimiento de lazos sociales entre humanos. Los efectos placenteros y relajantes en la liberación de endorfinas pueden indicar seguridad y promover sentimientos de unidad. La relación entre cantidad de receptores opioides y la cantidad de risa también sugiere que el sistema opioide puede ser una fuerte influencia de diferencias individuales en sociabilidad – dice el profesor Lauri Nummenmaa del centro PET de Turku, Universidad de Turku.
– El resultado pone énfasis en la importancia en la comunicación oral y el mantenimiento de redes sociales humanas. Otros primates mantienen contactos sociales mutuos mediante el acicalamiento mutuo, lo que también induce liberación de endorfinas. Esto es sin embargo lleva mucho tiempo. Debido a que la risa social lleva a similares respuestas químicas en el cerebro, esto permite una expansión significativa de las redes sociales humanas: la risa es altamente contagiosa, y la respuesta de las endorfinas puede entonces fácilmente dispersarse a través de un grupo grande de individuos fácilmente – dice el profesor Robin Dunbar de la Universidad de Oxford.
El estudio fue realizado usando tomografía por emisión de positrones (PET). A los participantes les fue inyectado un compuesto radioactivo enlazándose con los receptores opioides del cerebro. La radio-actividad en el cerebro fue medida dos veces con el PET. Después de que los participantes se habían reído con sus amigos cercanos, y otra después de que habían pasado un tiempo similar solos en el laboratorio.
Los descubrimientos fueron publicados en el periódico científico del periódico de Neurociencia.
La investigación fue financiada por la Academia de Finlandia y el consejo europeo de investigaciones.
Fuente: Universidad de Turku